Mitos del estreñimiento
Diversos estudios han demostrado, de forma científica, que muchos de los mitos sobre el estreñimiento que existen a día de hoy carecen de base total o parcial.
¿El consumo de mucha agua previene el estreñimiento?
El consumo de líquidos por sí solo no es válido como preventivo ni como tratamiento en el estreñimiento. No obstante, la deshidratación puede ser un factor determinante a la hora de aparecer el estreñimiento.
¿El queso causa estreñimiento?
Aunque el consumo de productos lácteos se ha relacionado con la aparición de estreñimiento, debido principalmente a la presencia de grasas y escaso contenido en fibra, es cierto que no se ha determinado de forma fehaciente esta relación. En un estudio realizado en una residencia de pacientes geriátricos, se incrementó 10 veces más el consumo de queso y no se encontraron cambios en los signos de estreñimiento.
¿El envejecimiento causa estreñimiento?
La edad de forma aislada no es factor preventivo ni desencadenante del estreñimiento. Sin embargo, es innegable que la mayoría de la población anciana presente mayores problemas para lograr un adecuado ritmo intestinal y régimen de deposiciones. Se considera que la gente mayor tiene un mayor riego de estreñimiento debido a un consumo más bajo de fibra, uso de medicinas, inmovilidad y enfermedades.
¿Los cambios hormonales pueden producir estreñimiento?
No existen estudios o datos que puedan demostrar de forma firme que los cambios hormonales estén relacionados con el estreñimiento. De forma general, a lo largo de la vida, la incidencia de estreñimiento varía entre niños y niñas, siendo más común en niños durante las etapas infantiles, pasando a ser más común en mujeres durante la adolescencia y en la edad adulta. Se han realizado estudios de tránsito intestinal en mujeres durante las distintas fases de su periodo menstrual y no hay diferencias significativas. Así pues, el papel de las hormonas sexuales en la alteración de la función intestinal durante el ciclo menstrual parece ser mínimo. Sin embargo, durante el embarazo el aumento de progesterona puede contribuir al estreñimiento. Por otra parte, no solo las hormonas sexuales pueden estar implicadas en el estreñimiento, sino que distintas hormonas, presentes en los procesos intestinales, pueden alterar o favorecer el tránsito intestinal. Respecto al hipotiroidismo e hipertiroidismo, el estreñimiento es un síntoma reconocido en pacientes con hipotiroidismo no tratado. Aunque es práctica habitual de estudio de las hormonas tiroideas en el estreñimiento, es muy poco frecuente que la causa del estreñimiento sea por hipotiroidismo.
¿Se debe el estreñimiento a una dieta pobre en fibras? ¿El aporte de fibra dietética es el mejor tratamiento?
No hay duda de que la fibra dietética aumenta el volumen de las heces y la frecuencia de la defecación reduciendo la consistencia de las heces en las personas sanas. También se observa una reducción del tiempo del tránsito intestinal medio y un aumento del peso medio de las heces durante el tratamiento con salvado de trigo. Sin embargo en pacientes con estreñimiento el efecto del salvado es menor que en los pacientes sanos. Debemos concluir que aunque una dieta pobre en fibras no debe considerarse como la causa principal del estreñimiento crónico, puede ser un factor que contribuya en un subgrupo en el cual una dieta rica en fibra puede ser de gran ayuda, pero muchos pacientes que presentan un estreñimiento mucho más grave pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas al aumentar la ingesta de fibras dietéticas. Consulte en caso de duda a un especialista para recomendar el aporte diario adecuado a cada caso en particular.
¿Contribuye el estilo de vida sedentario al estreñimiento? ¿Es beneficiosa la actividad física?
La actividad física afecta a la función motora del colon. Tanto es así que durante el sueño los intestinos están relativamente inactivos y se produce un aumento de la actividad intestinal cuando la persona se despierta. Una actividad física moderada puede ayudar a personas con estreñimiento leve, pero no está comprobado que sea de ayuda a las personas con estreñimiento más grave. Los programas encaminados a aumentar la actividad física posiblemente no mejoren la función intestinal en las personas jóvenes con estreñimiento grave, pero en los ancianos puede ser de ayuda sobre todo como parte de un programa de rehabilitación más amplio.